En el desierto abrasador de Alabasta, dos almas solitarias se encuentran por casualidad: Sanji, un cocinero con un corazón herido y una mirada que oculta anhelos insaciables, y Ace, un hombre marcado por un fuego que consume todo a su paso. Entre risas, miradas intensas y noches bañadas por el calor de las estrellas, surge una conexión que los trasciende, un romance fugaz que arde con la intensidad de una llama destinada a extinguirse.
Ahora, en la isla de las mujeres, Sanji enfrenta la devastadora realidad: Ace, su fuego, su faro en la oscuridad, se ha ido para siempre. Atrapado entre el dolor del presente y los recuerdos de una pasión que lo marcó para siempre, Sanji revivirá cada momento, cada promesa no hecha, y se enfrentará al abismo de su pérdida.
Una historia de amor y tragedia, donde el calor del desierto y la intensidad del mar se entrelazan para mostrar que, a veces, lo más hermoso en la vida es también lo más efímero. "El fuego nunca promete nada, solo quema."
Para Park Sung-hoon, el matrimonio es solo un trámite necesario para asegurar su herencia y mantener el control de la empresa familiar. Para Loa, es una salvación inesperada cuando está al borde de perderlo todo.
Un contrato, seis reglas estrictas y un acuerdo sin emociones de por medio... o al menos, eso creen.
Loa y Sung-hoon no podrían ser más diferentes: ella, una artista soñadora con un pasado lleno de cicatrices; él, un heredero frío y calculador que solo ve el amor como una distracción innecesaria. Pero a medida que la convivencia se vuelve inevitable y las líneas entre el deber y el deseo comienzan a difuminarse, ambos descubrirán que el mayor problema no será fingir ser una pareja perfecta, sino evitar que los sentimientos reales destruyan el trato que los une.
Porque en este juego de conveniencia, el amor nunca fue parte del contrato... ¿o sí?