𝐔𝐋𝐓𝐑𝐀𝐕𝐈𝐎𝐋𝐄𝐍𝐂𝐄 ✞︎ 𝑓𝑡. 𝑃𝑙𝑎𝑦𝑒𝑟 333 | 𝑆𝑞𝑢𝑖𝑑 𝐺𝑎𝑚𝑒

Los Juegos del Calamar siempre atraen a los desesperados, y Myeong Gi no es la excepción. Jugador 333, conocido en su vida anterior como un astuto estafador de criptomonedas, llegó al torneo huyendo de sus errores. Había hecho fortuna engañando a otros, pero cuando el mercado colapsó y los estafados comenzaron a buscar venganza, se dio cuenta de que no tenía escapatoria. Entrar a los juegos era su única opción para empezar de nuevo.

Mackenzie, jugadora 67, tenía una historia distinta. Canadiense, trabajadora, y cargando el peso de las deudas de su madre enferma, vio en los juegos una manera de pagar todo y salvar a su familia. No estaba allí por codicia, sino por amor.

Desde el primer juego, Myeong Gi notó a Mackenzie. No porque fuera la más fuerte o la más rápida, sino por su mirada decidida. Ella jugaba con el corazón, algo que Myeong Gi siempre había visto como una debilidad. Pero lo que comenzó como desprecio mutuo pronto se convirtió en un enfrentamiento constante. Ella lo retaba con su moralidad; él la provocaba con su astucia.

"-- Todo el mundo miente aquí, Mackenzie. ¿Por qué no tú?" le dijo una vez. Después de usarla como distracción para ganar un juego.

"-- Porque si pierdo quién soy, ya habré perdido todo.", respondió ella sin dudar.

Con cada prueba, su rivalidad creció. Mackenzie comenzó a desconfiar de Myeong Gi, pero también vio algo en él: un hombre que se había perdido en sus propias mentiras. Por su parte, Myeong Gi se vio obligado a admitir que su frialdad no lo protegía del peso de la culpa.

Cuando los juegos se volvieron más brutales, sus caminos se cruzaron de nuevo, esta vez como aliados forzados. Aprendieron a depender el uno del otro, a compartir los pocos momentos de calma que los juegos les permitían. Con el tiempo, las barreras se rompieron, y lo que nació de la desconfianza se transformó en algo más profundo.

Pero los Juegos del Calamar no perdonan. Solo puede haber un ganador...