Shadows of the Heart

Jo Yi-seo entrando a los Juegos del Calamar porque... el destino tenía una forma cruel de devolverle a la única chica que nunca pudo olvidar.

El número en su pecho se sentía pesado. No por el miedo, sino por la ironía. De todas las maneras en las que su vida podía acabar, ¿tenía que ser aquí? ¿En un maldito juego mortal con la deuda pisándole los talones y el eco de su propia arrogancia empujándola hacia adelante?

Entonces la vio.

Ji Se-mi.

El primer amor que nunca confesó. La razón por la que dejó de pretender que le gustaban los chicos. La chica que la había besado una noche de lluvia, entre risas y secretos, solo para desaparecer al día siguiente sin una explicación.

Ahora estaba allí, con el mismo brillo desafiante en los ojos, el mismo lunar debajo de su labio que Yi-seo recordaba demasiado bien.

Se-mi también la vio. Su expresión pasó de sorpresa a incredulidad.

-¿Tú? -murmuró, como si el universo se estuviera burlando de ambas.

Yi-seo rió sin humor.

-Parece que aún nos gustan las malas decisiones.

Una voz mecánica anunció el inicio del juego. Yi-seo no podía permitirse el lujo de perder el tiempo en emociones. Pero mientras corría para salvar su vida, una idea se instaló en su mente.

Si iban a morir aquí... al menos esta vez no dejaría las cosas sin decir.