Hay silencios que no solo llenan el vacío entre las palabras, sino que lo amplifican. Silencios que se convierten en ecos persistentes, resonando en los rincones más oscuros de la mente, atormentando incluso los sueños. Thiago y Ángela vivieron ese silencio, uno que se alzó como un muro infranqueable el día que se despidieron. No hubo gritos ni promesas rotas, solo el peso insoportable de lo que nunca se dijo.
Un año después, sus vidas habían seguido caminos separados, pero sus corazones seguían encadenados a aquel instante final. Thiago, atrapado en la rutina, intentaba enterrar los recuerdos de ella bajo capas de indiferencia. y ella, por su parte, lidiaba con el vacío de las noches solitarias, donde su ausencia era más tangible que nunca. Sin embargo, lo que no pudieron prever fue que el destino -o algo más poderoso- no estaba dispuesto a dejarlos escapar.
Primero fueron los sueños: fragmentos confusos de un bosque oscuro, un laberinto interminable, y voces que los llamaban desde las sombras. Luego, las coincidencias: mensajes que parecían escritos por manos invisibles, encuentros en el filo de la realidad y la imaginación. Pronto, lo que comenzó como un simple anhelo de reconexión se transformó en una carrera contra el tiempo y sus propios miedos.
En este relato de amor, arrepentimiento y redención, Thiago y él Ángel descubrirán que algunos silencios no se llenan con palabras, sino enfrentando las sombras que acechan en lo más profundo de su ser. Porque a veces, el mayor enemigo no está allá afuera, sino en los ecos del silencio que guardamos dentro.
Aquí cuando player es vigilado por el doctor sawyer.... Qeu al principio pensó en matarlo, pero al secuestrarlo sintió algo que nunca había sentido... Amor? O solo obsesión?