
Eris por alguna razón renació en una época extraña dónde conocerá a personas. -Aeron... respira -susurró la voz profunda otra vez-. Lo hiciste. El recién nacido escuchó una risita débil, casi apagada, antes de que otra voz, dulce pero firme, dijera: -Su nombre será Eris. El alfa, sorprendido, repitió: -¿Eris? Nunca había oído ese nombre en la Casa Blackwood. -No importa -respondió Aeron, el omega-. Siento que... debe llamarse así. Como si ya lo conociera desde antes.All Rights Reserved