Natalie Smith es de todo menos normal, tiene una familia de mierda, su madre la ignora, su padre en la cárcel y su hermana en coma.
Alex O'Coneill, un chico tranquilo por el día, centrado en sus estudios, futuro abogado, cariñoso y amable con los ancianos y niños, por la noche, una fiera, bebe, sale de fiesta, se droga, se mete en las piernas de cualquiera que le deje pasar de segunda base.
¿Qué tienen en común?
El ring.
Natalie, Terror negro, debido a su color de ojos y pelo, otros dicen que es por su oscuro pasado.
Alex, Furia, desde que pone un pie sobre el ring, su personalidad cambia al cien por cien y se convierte en una furia indomable y sin compasión.
Cada uno de ellos ayudara al otro a superar los obstáculos de la vida, nada será fácil, ni mucho menos, habrá dolor, llanto, peleas, sangre, muerte...
Pero todo esto se puede afrontar de una única manera viable.
Sin miedo.
¿Puede una chica romántica y delicada enamorarse de alguien tan ruda como Lynn Loud? Issabella Abrams era esa chica: amante del color rosa, del maquillaje, la poesía, y de las historias de amor. Todo lo contrario a Lynn Loud, quien prefería la acción, los deportes y no se preocupaba demasiado por lo sentimental.
A pesar de sus diferencias, había algo en Lynn que atraía a Issabella. Tal vez era su valentía o su determinación, o quizás el hecho de que Lynn no temía ser exactamente quien era. Mientras que Lynn también sentía cierto interés en Issabella, no entendía como no podía tentarse en ganar y ser la número uno, veía que ella era como una suave brisa que acariciaba el rostro hasta de quien no merecía con dulzura, dulzura que raramente a Lynn le encantaba.