Jungeun y Jinsol se enamoraron a los doce, saliendo tres años más tarde por un suceso traumático. Llenas de vida y amor huyen de su pueblo natal Osan, por una grave enfermedad que se cobró todas las almas del lugar, hacia Seúl. Con pocos ahorros y mucha ilusión, Jungeun abre su taller de mecánica y Jinsol una floristería. Dando la bienvenida a su primer hijo a los veinte, Jungeun piensa que la vida le empieza a sonreír.
Sin embargo años más tarde todo eso se verá derrumbado cuando fallece la cabecilla de la familia Kim, dejando a su esposa viuda y a sus catorce hijos huérfanos. Con dolor y furia, Jinsol accidentalmente se golpea la cabeza provocando que pierda la memoria cada cierto tiempo. Empeorando con los meses, Jinsol es diagnosticada con cáncer de mama y Alzheimer de grado final, pero nunca se olvida del sitio al que siempre volvería; la parada de bus en la que Jungeun bajaba para ir a casa del trabajo.
¿Cuánto esta bien entregarle al otro? ¿Con cuanto alguien se siente satisfecho?
Dinero, fama, éxito..
O tal vez... ¿nuestra propia vida?
Fiorella se perdió por darle todo a Patrick,
Patrick perdio a Fiorrella por quererlo todo..