Entre Cadenas | Misterio & Amor

Se decía que era solo un mito, un susurro perdido en las heladas noches de Moscú. Pero esas noches no solo traían el frío; también dejaban un vacío, un hoyo abierto hace décadas que nunca volvió a llenarse.

Él lo sabía mejor que nadie. Aquello que hacía falta no era una simple ausencia: era una sombra que lo seguía a cada paso, una ausencia que gritaba desde el silencio. No importaba cuánto perdiera en el proceso, ni cuántas almas se cruzaran en su camino. Nada, absolutamente nada, podría borrar aquello que una vez existió.

Porque las cadenas que lo ataban aún estaban en alguna parte. No se habían roto, ni habían sido liberadas. Seguían sujetas a alguien, a algo, escondidas en el abismo de lo perdido, esperando el momento para arrastrarlo de vuelta a donde todo comenzó.

Y mientras tanto, Moscú dormía bajo la nieve, sin saber que el eco de ese mito seguía respirando, esperando la noche perfecta para renacer.