| 𝐀𝐋𝐓𝐀𝐑 𝐃𝐄 𝐏𝐀𝐒𝐈𝐎𝐍𝐄𝐒 𝐃𝐄𝐒𝐎𝐋𝐀𝐃𝐎𝐑𝐀𝐒 |

''𝑇𝑒𝑛𝑖́𝑎 𝑙𝑎 𝑡𝑒𝑟𝑛𝑢𝑟𝑎 𝑡𝑜𝑟𝑝𝑒 𝑑𝑒 𝑞𝑢𝑖𝑒𝑛 𝑛𝑢𝑛𝑐𝑎 ℎ𝑎 𝑠𝑖𝑑𝑜 𝑎𝑚𝑎𝑑𝑜 𝑦 𝑑𝑒𝑏𝑒 𝑑𝑒 𝑖𝑚𝑝𝑟𝑜𝑣𝑖𝑠𝑎𝑟''

-𝐼𝓈𝒶𝒷𝑒𝓁 𝒜𝓁𝓁𝑒𝓃𝒹𝑒.

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Cuando comienzas tu vida, tú mismo estás creándote. Solamente tú. Y es ahí donde encontramos a la única persona que puede mentalizarnos en una inocencia de no pensar. Antes, me negaba a morir, luchaba sin fin. Quien me mató fue aquel por quien todos respiramos.

Cuando caminaba, antes de convertirme en un humano, era algo transparente a los ojos ciegos. Yo era visible en su oscuridad. Cuando mis pulmones se llenaron de aire y mi corazón bombardeaba sangre, el pensamiento de morir apareció. Yo, que morí por no morir, estaba de pie en varias repisas, en cada cuadro, en cada estatua.

Nunca había visto a esa mujer. Era una mujer que tenía su vida construida. Yo no era esa mujer. Me destruyeron y, rota, aun así seguí caminando con lo que me quedaba, porque descubrí que ahora estaría sumisa ante su total libertad.