Ella, una criminal. Él, un rebelde sin esperanzas. Sus vidas nunca fueron fáciles; las heridas de guerra eran demasiadas. Sus decisiones habían dejado secuelas a través de los años y, por eso, se convirtieron en lo que son ahora. Tan diferentes, pero tan parecidos a la vez. ¿Cuánta sangre tendrá que correr antes de que él la salve? O viceversa... "Una vida sin homicidios es para mí como una vida sin alimentos para ustedes."-Alexander Pichushkin.