En un pequeño pueblo rodeado de montañas, dos almas se cruzaron en un instante que cambió sus vidas para siempre. Sofía, una pintora apasionada, pasaba sus días inmersa en el color y la creatividad, mientras que Lucas, un escritor marcado por la soledad, buscaba inspiración en la tranquilidad de la naturaleza. Una tarde soleada, mientras Sofía estaba en el parque pintando un paisaje, Lucas se sentó en una banca cercana, absorto en sus pensamientos. La brisa suave acariciaba el rostro de ambos, y un aroma fresco a flores llenaba el aire. De repente, un golpe del lienzo de Sofía hizo que Lucas levantara la vista. Sus miradas se encontraron y, en ese pequeño instante, sintieron una conexión profunda. Decidieron hablar, y así comenzó un intercambio de historias y sueños. Sofía le mostró su mundo a través de sus colores, mientras Lucas compartía sus palabras y relatos. Se volvieron inseparables; sus pasiones se entrelazaron, y juntos crearon un universo donde el arte y la literatura florecieron.
Con el tiempo, su amor se transformó en algo mágico, un amor compartido con las personas que los rodeaban. Organizaban exposiciones de arte y lecturas de poesía en la plaza del pueblo, donde invitaron a otros artistas a unirse a su sueño. Sofía y Lucas se convirtieron en el corazón de la comunidad, inspirando a otros a expresar sus propias historias y emociones. Sin embargo, no todo fue fácil. A medida que su fama crecía, también lo hacía la presión. Sofía empezó a dudar de su talento, sintiéndose comparada con otros artistas emergentes. Lucas, por su parte, luchaba contra la ansiedad de escribir algo que fuera digno de su amor por ella. A pesar de estos desafíos, nunca dejaron de comunicarse. Un día, decidieron hacer una pausa y escapar a una cabaña en el bosque, lejos del bullicio y las expectativas. Allí, rodeados de la naturaleza, encontraron un espacio para reconectar con ellos mismos y entre ellos
Tercer libro de la serie amores de la mafia [EN PROCESO]
Crecer como la hija de uno de los capos de Italia solo tiene una ventaja -tener un matrimonio asegurado-, y para mí no es una ventaja porque tener matrimonios concertados solo te convierte en la esclava sexual y fábrica de bebe. Cosa que me niego rotundamente a ser.
Pero vivir en una ciudad donde tu padre tiene ojos en cada esquina y miles de voces que le informan las cosas antes de que pueda suceder es una tortura y esa tortura me llevo a contraer matrimonio con él, Alessandro Lucchese.
Esta es una historia que me pertenece en su totalidad. No permito ni acepto copias, adaptaciones, reproducciones, transcribir o trasmitir por cualquier medio físico o mecánico sin mi consentimiento.