La primavera siempre trae cambios, aunque a veces llegan envueltos en un frío inesperado. Recuerdo aquel día cuando Flor Athelwulf, una Eevee, ahora Leafeon, de sonrisa radiante y acento diferente, llegó a Kanto. Yo, un Eevee, ahora un guapo Glaceon (ok, no) reservado y algo distante, nunca imaginé que alguien como ella rompería mi caparazón de hielo. Pero lo hizo. Con el tiempo, nos volvimos inseparables, como una sombra inquieta que no quiere despegarse.
Años después, la vida nos separó... y luego nos cruzó de nuevo. Pero esta vez, éramos diferentes. Los acentos marcados, los recuerdos lejanos, y algo en nuestras miradas que parecía olvidar el pasado. No la reconocí, ni ella a mí. Y así comenzó nuestra rivalidad: Flor, tan decidida como siempre, y yo, tan frío como un invierno perpetuo.
Ahora me pregunto si detrás de esas palabras afiladas y esas diferencias tan marcadas, aún queda espacio para algo más. ¿Será posible que el amor derrita el hielo y cierre la brecha entre nosotros?
La Región de Sky, y su Academia, guarda nuestras respuestas, y quizás, también nuestro destino.