6 parts Ongoing Mis padres dicen que el día que nací hubo un gran avistamiento de mariposas en nuestra ciudad, así que como si fuera una señal del destino, decidieron nombrarme Nabi, Kang Nabi. Aunque para avistamiento el de personas que me he encontrado a lo largo de mi vida. Es increíble la cantidad que hay: estúpidas, machistas, racistas, indiferentes, extrovertidas, mentirosas, psicópatas...y la lista sigue y sigue.
Las personas que infravaloran son las que más han abundado en mi vida a lo largo de los últimos años. Comentarios como "Claro, tú lo tienes más fácil. Una cara bonita lo arregla todo", "Eres demasiado joven e ingenua para comprender esto", o "Tu puesto lo has conseguido por ser mujer, seguro que te has arrastrado a las piernas de alguien para-". La frase acabó ahí porque aquel animal se tragó mi gancho derecho.
Desde pequeña supe que era diferente. Mi forma de pensar era distinta. No me daban asco los niños por el hecho de ser niños y tampoco me gustaban las princesas y las muñecas como a las demás niñas de mi edad. No fue una infancia normal, ni mucho menos, pero sí que hubo personas que estuvieron para mí en todo momento. Y una de ellas estuvo desde el principio.
Un chico.
Si ahora mismo dijera su nombre, la mayoría me tacharía de mentirosa, falsa, o busca fama, pero como me dan igual los comentarios de la gente irrelevante, lo voy a decir.
Jeon Jungkook.
Al igual que él, nací en Busan, Corea del Sur, el mismo día del mismo mes del mismo año. Asistí a la misma guardería, colegio y escuela media que él, hasta que se marchó cuando teníamos poco más de 13 años a Seúl para poder cumplir su sueño.
Muchas personas pueden conocerle como Jeon Jungkook, integrante de la famosa banda surcoreana BTS, pero yo le conocí antes de todo eso. Antes de que él fuera una superestrella, antes de que incluso BTS estuviera en los planes del CEO de aquella agencia llamada por entonces Big Hit.
Le conocí cuando nosotros no éramos nada m