La Ciudad de Santo Tiago de los Bañados, es la cuna de la decadencia oculta a plena vista. En ningún otro lugar del país podías ver el descaro con el que las personas mentían y se exponían al dolor y el placer. Quizá por eso, que un chico fuera asesinado a machetazos en la escuela privada de Santo Tomás de Aquino, no sorprendió demasiado a Alejandro Le Dumas, el único detective que podía jactarse de resolver casos de verdad.
Si bien los asesinatos no suelen ser su rama de especialización decide tomar el caso, encontrándose con algo más serio de lo que pretendía. Una prostituta adolescente a la que paga para tener sexo, el cadáver de un chico pobre y homosexual, descuartizado; la molesta llamada constante de la madre de su hija pidiendo dinero, y unos compañeros de trabajo que no pierden el tiempo para entorpecer su trabajo, se junta al misterio que tiene en sus manos.
¿Alguna vez has oído aquel dicho, "Pueblo chico, infierno grande"?
Santo Tiago era exactamente el lugar perfecto para que un asesinato de tales magnitudes, se vea opacado por chismes de otra índole.
Chismes que rodean a Alejandro, desde el primer momento de su llegada.