Esta historia se ambienta en los 80s. Vivir con la alcohólica que tenía por madre por casi diez y seis años fue un infierno. Cansada, sin pensarlo Jonna Harrison toma el rifle de su padre y le dispara tres veces. Todo pasó muy rápido, no podía quedarse. Tomó un autobús y se dirigió a Los Angeles, comenzó a trabajar en el Whisky a Go Go y eventualmente se convirtió en groupie, entre las bandas con las que se metió estaba Guns N' Roses. Todo era un juego para ella hasta que accidentalmente se enamoró de uno de los miembros. No era la vida que tenía planeada pero todo sucede por una razón.