Para Ranma, la rutina incluía entrenamientos matutinos, discusiones con Akane, y los frecuentes malentendidos que parecían ser su especialidad. Sin embargo, una de esas discusiones hará que ese equilibrio precario este a punto de tambalearse.
Akane anunció que había empezado a salir con alguien. La noticia cayó como un balde de agua fría para Ranma, aunque él se esforzó por disimularlo con una actitud despreocupada.
-¿Y qué? -murmuró Ranma, cruzándose de brazos mientras fingía no darle importancia. Pero en su interior, una mezcla de celos y confusión lo invadía. ¿Acaso Akane había dejado de sentir algo por él tan fácilmente?
Para Ryoga Hibiki, la noticia también muy dura. Aunque siempre había mantenido sus sentimientos por Akane en secreto, la idea de que ella estuviera con otro le resultaba dolorosa. Fue en medio de esta tormenta emocional que surgió una idea peculiar
-Escucha, ¿tienes alguna otra idea mejor? -dijo Ryoga, con los brazos en cruzados en su pecho y una mirada desafiante.
Ranma, más rojo que un tomate, apenas pudo balbucear una respuesta.
-¡Esto es una locura, Ryoga!
-Tal vez -admitió Ryoga, encogiéndose de hombros -pero si funciona, podríamos recuperar lo que nos pertenece -dijo en un leve susurro
Así, el plan fue sellado. Ranko y Ryoga comenzarían a fingir ser una pareja para poner celosa a Akane. Pero lo que ninguno de los dos había previsto era que este plan también empezaría a desentrañar sentimientos que ninguno sabia que tenía. Entre malentendidos, momentos cómicos, dolores y destellos de sinceridad, lo que empezó como una farsa podría transformarse en algo mucho más genuino de lo que habían imaginado. Algo que cambiaría para siempre la dinámica entre ellos.