En el hielo, donde pocas cosas se rompen pero muchas se transforman, Alanna Covey aprendió que no todas las cicatrices son visibles.
El destino tiene una forma peculiar de forzarnos a enfrentar nuestros temores y, a veces, el hielo que nos quiebra es el mismo que nos enseña a sanar.
Cuando a Alanna se le presenta la oportunidad de trabajar en la publicidad y fotografía de uno de los equipos más reconocidos de la NHL, supo que era el momento para superar sus miedos y darle otra oportunidad al mundo.
El hielo tenia una manera peculiar de cruzar caminos, incluso aquellos que parecían imposibles de entrelazar. En el equipo de hockey, Alanna encontró algo más que un desafío: un lugar donde su valentía y corazón podrían estar en juego. Entre el los ecos de los patines y el ruido de los golpes contra el hielo, surgiría un encuentro inesperado, capaz de cambiarlo todo.
¿Sería este el cruce de caminos una oportunidad para sanar o el inicio de una nueva historia?