Cuando el amor toca tu puerta, muchas veces no es el momento adecuado, solo hay que saber aceptar y esperar o al menos así era para mí y lo confirme cuando la conocí a ella, esos ojos llenos de sentimientos y el cuerpo lleno de sensaciones, me hizo querer esperarla años y décadas, con tal de estar con ella.
Lo que la mente a veces olvida, el cuerpo lo recuerda, pero cuando el corazón se enamora, no hay quien lo detenga.
Siete años espere, siete años y aún te sigo amando.