Rosalie Jade Hamilton, una chica de personalidad tímida, inteligente, culta, amable y sobre todo hermosa, estatura media, delgada, cabello castaño claro, nariz perfilada, labios rosados y voluminosos, además de una mirada color marrón capaz de cautivar a cualquier chico , pero ella no lo sentía así y no le importaba, o quizás si y lo ocultaba muy bien.
Su vida siempre fue tranquila, aburrida, a su vida le faltaba chispa; a su vida le faltaba él.
Él, Christopher Johnson, un chico de personalidad cerrada, dulce y muy decente, con músculos bien formados y definidos, cabello castaño claro, ojos azules como el mar y labios color carmesí extremadamente provocativos, el prototipo de hombre perfecto. Pero no lo era, estaba marcado por su pasado, pero día a día luchaba
para superarse y ser quien siempre quiso ser. No conocía el amor hasta ese día, el día en el que la conoció a ella.