En la sombra de un árbol que susurra al viento,
un niño se esconde, quebrado por el tiempo.
Entre lágrimas calladas y un suspiro al cielo,
huye del peso de un hogar sin consuelo
Llega un alma errante, de sonrisa ligera,
un viajero del mundo, sin prisa ni frontera.
Con palabras dulces, como un rayo en la tormenta,
le arranca al silencio la paz que se ausenta
Mas el eco de voces irrumpe en la calma,
los guardianes del niño lo buscan con el alma.
El hermano severo, la hermana de fuego,
cada uno a su modo, le ofrece un regreso
Y el extraño, de paso, con gesto encantado,
besa su mano y deja un "hasta mañana".
Parte entre las hojas, dejando en su huella
la promesa sutil de que habrá más estrellas
En el pecho del niño, florece el anhelo,
un instante fugaz, un destello en su duelo.
Bajo las hojas rojas, entre ramas y cielo,
nace la esperanza, suave como un velo
Freen era una omega bastante rara para la personas aquellas decían que era un poco más alta para ser una omega otros que podría dar miedo si te miraba y algunas personas solo quedaban enamorada de verla aunque para Freen todo era normal pues siempre era amable y nunca se enojaba atenta con sus seres queridos era la chica perfecta como sus padres solían decir.
Becky una pequeña omega tan hermosa como la primera nevada era una chica responsable y cuidadosa con todo lo que hacía vive esperando a que aquella omega aparezca una vez más a su vida pues recuerda que alguien la salvó cuando era pequeña más no recuerda su rostro así que vive con la ilusión de que algún día aparecerá.
Pero ¿Qué pasaría si la persona que espera aparece en último año de universidad? ¿La reconocerá?