El diagnóstico llegó a los siete y la cura un año más tarde.
La peculiaridad de mis actos siempre asusto a mis padres,su antes mirada de amor fue remplazada por el miedo en cada ocasión en la que yo hablaba y este escalo cuándo me acercaba a ellos después del incidente.
El seguro en su puerta me confirmó lo que ya sabía y lo que ellos asumían...
No habría paz hasta que el orden de las cosas volviera a ser lo que desde niño planeé,y no descansaría hasta estar una vez más...
Detrás de él.