Harriet y Kenneth Beumont pertenecen a la sociedad de los "típicos niños ricos", con la excepción de que, definitivamente, no encajan en ese mundo. Ambos han experimentado situaciones dolorosas, sin embargo, han conseguido superar las malas experiencias.
O quizás cierta parte de ellas.
Harriet es una chica de 18 años que todavía no sabe qué quiere realmente, pese a ser extraordinariamente aplicada. Para ella, su futuro lo es todo y, aún así, pensar en ello no hace más que atormentarla día y noche.
Harriet es una chica que tiene las expectativas sumamente bajas en ella misma, pero, al mismo tiempo, con muchos sueños por delante.
Dice estar pérdida y no saber por qué.
Dice estar en una profunda confusión mezclada con tristeza y no saber cómo salir y avanzar finalmente.
Dice no poder amar porque aún no puede hacerlo ni siquiera por ella misma.
¿Podrá Harriet encontrar todas las respuestas que, ahora, parecen estar incompletas?
¿Podrá Harriet, finalmente, descubrir su valor en el mundo, además de darse cuenta de que no hay razón de temer por lo que viene y que no todo es rutinario?
Y, tal vez, en el transcurso de ello, ¿necesitar la ayuda de alguien absurdamente rico, "inaguantablemente insoportable" que se encuentra en su mismo caos, o, en uno peor?
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