El divorcio, el gato y la ex novia

Mauricio Torello se divorcia de su esposa, Marisa Almada, y en el juicio de divorcio le exige que le otorgue la tenencia total de su gato, Draco, un gato naranja atigrado.
Por su parte, Marisa le inicia una contrademanda reclamando la tenencia de la mascota argumentando que el gato es de ella adquirido con anterioridad al casamiento, siendo un importante recuerdo de su fallecido padre que se lo regaló cuando ella era soltera y además, él nunca lo cuidaba, ni siquiera era capaz de darle agua.
Cuando se encuentran en la primer audiencia, Mauricio descubre que la abogada que defiende a la contraparte es su ex novia de hace tiempo.