Gi-hun estaba obsesionado con terminar los juegos, con destruir todo de una vez y acabar con el maldito sistema que lo había arrastrado a ese infierno.
In-ho estaba obsesionado con Gi-hun, completamente loco por él, dispuesto a destruir todo lo que quedaba de él, no importaba cuáles eran las consecuencias, incluso si eso significaba que tenía que hacerle daño.
Lo destruiría por completo, porque solo él será la única persona que lo vuelva a reconstruir, de moldearlo, de hacerlo suyo. Solo así, cuando lo tuviera completamente destrozado y a su merced, Gi-hun renacería como lo que debería ser: su compañero, su líder, su posesión. Juntos, gobernando los juegos. Juntos, para siempre.
Iris va a llegar al fútbol club Barcelona con una sola misión, ser la encargada del documental secreto que van a hacerle a un Gavi que acaba de romperse los cruzados y que ha dejado claro al club que no quiere saber nada de documentales.
Ella no aguantará el mal humor del sevillano, este por su parte no le dará la oportunidad de conocerla.
Pero el amor tiene otros planes para ellos.
¿Qué pasará cuando Gavi se entere que ella está detrás de su documental con el tiempo?