Renacer En Sombras

Morí odiándolo. Y él murió por mí.

Creí que era el final, que al fin era libre. Pero desperté atrapada en un cuerpo ajeno, con un rostro que no es mío y una vida que no pedí. Ahora soy Coqui Argento, un joven cualquiera en un mundo absurdo, rodeado de risas y problemas insignificantes. Un infierno disfrazado de comedia.

Pero hay algo peor. Él también está aquí.

Eduardo. Mi verdugo, mi sombra. No sé cómo, pero ha renacido conmigo. Con otro nombre, otra vida... pero la misma obsesión. Y esta vez, el juego es diferente: es poderoso, influyente, y me tiene justo donde me quiere. Bajo su control.

No hay escapatoria. Mi única opción es resistir. Pero, ¿hasta cuándo podré luchar contra él sin perderme en su red de mentiras y seducción?

Porque sé lo que quiere. Siempre me ha querido solo para él.

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El frío muerde mi piel cuando bajo del auto. No debería estar aquí. No quiero estar aquí.

Miro la fachada de la escuela, su estructura imponente bajo el cielo gris. La gente murmura a mi alrededor, sus risas y charlas se mezclan en un eco distante. Pero yo no los escucho.

Solo siento su mirada.

Eduardo está ahí, de pie frente a la entrada, con su postura impecable y esa sonrisa que hiela la sangre. El nuevo director.

Mi cuerpo se tensa. La sensación de peligro es inmediata, un instinto primitivo que me grita que corra. Que me aleje. Pero no puedo moverme.

Entonces, él da un paso hacia mí.

-Jazmín... -su voz es un susurro casi imperceptible, solo para mí.

Mi corazón se detiene.

No. No puede ser.

Levanto la mirada, queriendo encontrar alguna señal de error, alguna pista de que estoy equivocada. Pero ahí están sus ojos. Los mismos ojos que me miraron la última vez que respiré.

Se inclina levemente, con esa cortesía enfermiza que siempre me perturbó.

-Nos volvemos a ver.

Mi pesadilla acaba de comenzar.