Hace seis meses, los padres de Gulf murieron en un devastador accidente automovilístico, dejándolo al cuidado de su hermano y hermana menores.
Apenas sobreviviendo, Gulf hace lo que tiene hacer para proveer a Bas y Emma, incluso saltarse algunas comidas aquí y allá. Un nuevo vicepresidente se une a la fábrica donde él trabaja, y siendo siempre heterosexual, la vida de Gulf se complica cuando se siente atraído por el hombre.
Mew Suppasit es el epítome de la fuerza y confianza, y aparece en todas partes a donde Gulf va y en cualquier momento en que necesite un fuerte hombro donde apoyarse, Mew está ahí. Ni siquiera seguro de si la atención de Mew es algo más que caridad, Gulf comienza a luchar contra su atracción por el guapo ejecutivo, quien es parte un ángel guardián y parte un Dios del sexo.
Asher pensaba que tenía una vida perfecta. Era el mejor en su equipo de hockey, tenía las mejores notas en la universidad y un grupo de amigos que parecían serle fiel.
Pero cuando conoce a Skye, la hermana de uno de sus mejores amigos cree que la chica está loca. Tiene una actitud tan dura que es difícil de romper y suele irritarlo todo el tiempo desde que se ha mudado a vivir con su hermano y él.
Y cuando los chicos del equipo le proponen que no conseguiría conquistar a alguien como Skye, lo ve como un reto que está dispuesto a jugar, una apuesta para conquistar el corazón de alguien como Skye es suficiente para que Asher acepte, pues es demasiado competitivo y no está dispuesto a perder su puesto en el equipo de hockey y pasarse el resto del año en la banca como le han apostado.
Sin embargo, a medida que conoce a Skye, Asher se da cuenta que la chica es todo lo contrario a lo que le ha tratado de demostrar, conquistarla no parece tan complicado como pensaba y el corazón de ella no parece ser el único en juego.