
Es sencillo. Son sagas. Y tal vez -solo tal vez, con la crueldad exquisita de lo inacabado- esto no sea una novela en el sentido estricto. Es un archivo. Un archivo para guardar los destellos que la causalidad lanza con desdén en mi cabeza. Tramas raras que nacen sin saber si vivirán. Mensajes que quisieron ser profundos, pero se acobardaron antes de tocar fondo. Historias sin final, sin clímax, sin redención. Pero no por eso menos valiosas. Esto no es solo para mí. Es para cualquiera que vea en mis ruinas una base, en mis esbozos una ruta, en mis palabras una chispa. Quien quiera escribir sobre mis pequeños fragmentos está más que invitado. Porque ese -justamente ese- es el arte de no concluir: dejar que otros continúen.(CC) Attrib. NonCommercial
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