Divina Retribución - Las Consecuencias De La Arrogancia
El firmamento brillaba con su eterna luz dorada, pero en el corazón de Adán solo había sombras. Desde lo alto de su morada, contemplaba la inmensidad del cielo, sintiendo el peso de sus errores y la furia de su resolución. Sus pensamientos eran como brasas ardiendo, cada uno avivando un incendio imposible de extinguir.
Las acciones tienen consecuencias, y el Infierno lo había olvidado. Rompieron el pacto, quebraron el equilibrio sagrado y escupieron sobre la misericordia que se les había otorgado. Durante eones, se beneficiaron de la piedad del cielo, creyéndose intocables, pensando que jamás tendrían que rendir cuentas por sus crímenes.
Se equivocaron.
La retribución era inminente. Las deudas de sangre serían cobradas, sin excepciones ni indulgencias. No más misericordia, ni segundas oportunidades. Habían cruzado la última línea, y por ello pagarían el precio.
Los cielos no olvidarían. Él no olvidaría.
En fuego y sangre se habían bañado los demonios...
Y en fuego y sangre encontrarían su final.
