Veneno.

Tú fuego, yo veneno, como dos polos opuestos nos atraemos sin importar las consecuencias de lo que pueda ocasionar nuestro amor.

Tú, un Omega destruido que no tiene nada para perder, te entregaste a mí esa noche haciéndonos uno solo.

Tú, mi alfa que no creías en mi amor, que pensabas que solo te buscaba para acabar con los juegos cuando yo solo quería tu amor.

Y entonces ocurrió lo inesperado, nos hicimos uno solo, pero eso causó el quiebre de todo, o eso querían pensar las personas.

Ya que solo nos hicieron más fuertes, convirtiéndonos en un veneno letal que es capaz de arrastrar todo con lo tóxico que es.