Mi chica, mi bombón de licor, era una de las muchas expresiones que Mario utilizaba para referirse a Ángela.
Mario era un joven de apariencia ruda; a menudo, su actitud podía dar la impresión de que carecía de sentimientos. Sin embargo, en el fondo poseía un gran corazón y se lo comunicaba a Ángela a su manera, lo que en ocasiones la dejaba desconcertada.
Ángela conoció a Mario en el prostíbulo donde trabajaba como camarera de día y bailarina de noche. Un día, él pidió una copa y algo más: pasar la noche juntos. Lo que inicialmente parecía ser un encuentro efímero terminó por convertirse en algo mucho más significativo.
Quizás... ¿amor? Es difícil saberlo.
Te animo a explorar esta posibilidad.
INICIO: 2025
FINALIZACIÓN:
Contenido dirigido a un público adulto. La lectura se realiza bajo su responsabilidad. (+18, +21, no recomendado para menores de edad)