Jolene

Fukuchi lo notó al instante.

No era un idiota despistado y Fukuzawa le importaba demasiado como para pasar por alto cualquier cambio sutil en su usual humor apático. Ambos eran amigos desde la más tierna infancia, se conocían de años, crecieron juntos y sus familias estaban bien relacionadas la una con la otra por lo que era común en ellos tratarse como si fueran hermanos. Ambos eran Alfas y sobre todo ambos ostentaban el título de prodigios dentro de la academia militar, un logro difícil de alcanzar para cualquier Alfa común.

Ambos tenían un brillante futuro por delante, juntos, como un dúo inseparable, una amistad inquebrantable, un sentimiento compartido que iba más allá de lo comprensible, almas gemelas destinadas a quedarse juntas por toda su existencia, hombro a hombro, compartiendo sueños, metas e ideales, complementos perfectos el uno del otro...

[Historia dentro de la pre cuela de mi historia "Muñeca", donde se explica una de las razones por las cuales el FukuMori no pudo quedarse juntos en su juventud] Puede leerse como One-Shot independiente pero si quieren saber más de la historia de estos dos están más que invitados a leer "Muñeca" ;3;