"No se trata de llegar a un destino, es del camino lo que se trata. Hay gente que cree que cruzar una frontera es solo dar un paso más, pero pa' los que lo viven, lo que importa es lo que se deja atrás. Cada kilómetro, cada sacrificio, cada sueño que se rompe, tiene su precio. Y el precio del sueño no es solo dinero; es la vida misma, la que se paga a cada paso que se da en busca de lo que parece ser una esperanza. Y no todo el mundo llega a contar esa historia."
"Carlos lo sabía bien, porque él también soñaba. Pero su sueño no era solo de él. Era el sueño de su madre, el de su hermana, el de los panas que ya no estaban. A veces, el sueño te consume antes de que te des cuenta, y cuando miras pa' atrás, ya has pagado más de lo que pensabas."
"Manuel, su hermano de vida, lo acompañaba en ese viaje incierto. Los dos crecieron en las montañas de la República Dominicana, donde el sol te quema y el mar te promete libertad. Pero ahora, ese mar parecía lejísimos. Ahora, el sol del desierto, implacable, les marcaba el camino hacia una frontera que más que muro, era una pared invisible. No podían mirarse atrás, pero la tierra que dejaron pesaba más que cualquier muro."