Acuarelas en el ADN, CMYK en el DNI [ONC 2025]

«Podrás renunciar a como te llamas, y al lugar donde resides; pero nunca a quién eres en realidad. Aún si no lo sabes»

«La sangre llama.»

Valeria es una chica joven, Venezolana; libre, rebelde e irreverente, un alma de artista que ha sido cuidada únicamente por su madre desde que tenía seis años, pues su padre las había abandonado.

Valeria estudia cine y sueña no solo con dejar una huella en la historia del arte de su país, sino con escribir, dirigir y producir las películas que le den un giro abismal a la industria cinematográfica de Venezuela.

Para sobrevivir, consigue trabajo en el Museo de Arte contemporáneo «Armando Reverón».

Valeria sentía una conexión tan profunda con el arte que nadie podía atrofiar, ni siquiera el salitre de las playas que corría por sus venas podía destruirla...

En su primera noche de guardia en el Museo, Valeria se da cuenta de que podía sentir las pinturas, con tanta intensidad que estas comienzan a cobrar vida en su mente; tenía el don de interactuar con las obras artística y escuchar de ellas mismas las intenciones de los autores.

Ella cree que está soñando, hasta que se encuentra con un marco que guardaba su rostro en acuarelas.

Y terminó hablando consigo misma; quién le reveló el secreto sobre la huída de su padre.

-Valeria, fuiste su obra más bonita.