[3 de Febrero. One-Shot] El invierno aún cubría Fuyuki con su gélido manto cuando llegó el 3 de febrero, el cumpleaños de Rin Tohsaka. Aunque la maga intentaba actuar como si fuera un día cualquiera, Shirō Emiya tenía otros planes. Con la ayuda de su Servant, Arthur Pendragon (Proto-Saber), había organizado una pequeña celebración en la mansión Tohsaka. Sin embargo, había un invitado cuya presencia hacía que la noche fuera aún más peculiar: Archer (EMIYA), su versión futura y el Servant de Rin.
La cena transcurría entre charlas triviales y discusiones entre Archer y Proto-Saber sobre quién cocinaba mejor, mientras Rin se limitaba a suspirar, intentando ocultar la sonrisa que asomaba en sus labios. Pero lo verdaderamente especial llegó cuando Shirō, con cierta torpeza, le entregó su regalo: un colgante restaurado con su proyección, aquel mismo que ella había usado para salvarle la vida años atrás.
- No es el mismo, pero pensé que merecía volver a tus manos...
Rin, sorprendida y conmovida, apenas pudo responder, aunque Archer solo dejó escapar un suspiro resignado, murmurando sobre lo predecible que era su yo del pasado. Arthur, por su parte, sonreía con aprobación, viendo en Shirō el reflejo de un caballero digno.
La noche continuó con bromas y anécdotas, pero en algún momento, mientras observaba el colgante en su palma, Rin se dio cuenta de que, aunque siempre había insistido en que no tenía tiempo para sentimentalismos, su corazón ya tenía un asiento ocupado... y siempre había sido para él.