𝑬𝒍 𝒋𝒂𝒓𝒅í𝒏 𝒅𝒆 𝒍𝒂𝒔 𝒓𝒐𝒔𝒂𝒔 𝒎𝒂𝒓𝒄𝒉𝒊𝒕𝒂𝒔

El amor siempre había sido un refugio para Jungkook. Desde niño, lo imaginó como en los libros viejos de su madre, donde los sentimientos ardían con una intensidad que trascendía el tiempo. Creció creyendo en promesas inquebrantables, en miradas que hablaban sin palabras, en la idea de un alma destinada a encontrarse con otra. Pero nunca pensó que el amor doliera tanto.

Taehyung no solo quería su amor, lo quería entero. Quería sus pensamientos, sus movimientos, su tiempo. Quería su risa solo para él, sus palabras medidas, su mundo reducido a un solo nombre. Cada "te amo" venía con una condición, cada caricia con una advertencia, cada beso con una espina que, sin darse cuenta, Jungkook aprendió a soportar.

Lo que empezó como un amor arrebatador se convirtió en una prisión disfrazada de promesas. Lo que Jungkook creía protección era control. Lo que pensaba que era pasión, era miedo. Pero fue cuando vio en el espejo su propio reflejo, cansado y roto, cuando comprendió que no podía seguir.
Que el amor no debería doler así.
Que no podía quedarse a ver cómo su jardín se marchitaba por completo.

Shipp principal taekook
Twoshot
Reto Literario 🌹rosas y Espinas🥀
por: @seven_editorial