Durante tres largos años, la mantuvo cautiva como un canario, alimentando en ella un rencor que se acumuló hasta el instante de su muerte. Pero la muerte no fue el final: renació el mismo día en que sus padres la entregaron a la misteriosa familia Huo.
El destino la conducida a encontrarse con él: un hombre de rostro delicado y atractivo, con una tez casi pálida y enfermiza, cuya presencia obligó a ella a reprimir sus verdaderos sentimientos, conteniendo sus espinas para mostrarse dócil a su lado.
-Soy una buena chica, ¿podrías, por favor, no encerrarme? -dijo con una voz profunda y ronca, cargada de una melancolía que se colaba en cada palabra. - ¿Te escaparás? -replicó, mientras el eco de su pregunta retumbaba en sus oídos. Con una determinación férrea, ella negó con la cabeza: "No." En ese instante, vendió su compromiso de no volver a huir, dispuesta a buscar un mundo menos oscuro, aunque ello implicará enfrentar sus miedos.
Mientras tanto, un rumor inquietante comenzó a circular en los recodos de la alta sociedad de Shenzhen: "¡Ni se atrevan a mirar a la Sra. ¡Huo por demasiado tiempo! Porque cualquiera que la fije con la mirada, aunque sea por un segundo, se encontrará en serios problemas."
NOTA: Esta es una historia de doble limpieza, en la que el abuso ha sido erradicado y el amor, aunque forzado en cierta medida, se desliza con sutileza entre sus páginas. El protagonista masculino padece enfermedades tanto físicas como mentales -o tal vez encierra en sí una segunda faceta oculta-, y las tres perspectivas que se muestran sobre él no necesariamente reflejan la visión del autor, quien prefiere resguardar sus propios defectos.
A veces nos cuesta aceptar lo que la vida nos tiene preparado. Si reniegas del destino el karma puede terminar aplastándote. La marca es un regalo que el destino le ofrece a unos cuantos elegidos, es inevitable evitarla, tarde o temprano te alcanzará.
AU historia universo alternativo Naruto.
*Esta historia es mía, prohibida su copia y reproducción*
*Naruto y sus personajes pertenecen a Masashi Kishimoto*
*Las imágenes las encuentro en internet, créditos a sus autores*