Su nombre es Alice, pero no vive en un país con maravillas. Tiene 17 años, sus padres murieron y vive en casa de su tía. Cuando tenía once años, un acontecimiento doloroso le arrancó las ganas de vivir: Su pequeño hermano Noah murió a causa de una fuerte leucemia. Alice avanza por la vida con un solo fin: Sobrevivir hasta el día siguiente, resistir el dolor y la soledad que amenazan con sumirla en un profundo agujero sin salida. Sus días son completamente monótonos y carentes de emociones positivas. No es una chica suicida, pues valora la vida lo suficiente como para respetar su propio ciclo en la tierra, pero es consciente también, de que no tiene un motivo lo suficientemente poderoso para plantearse la idea de un futuro, para querer apreciar los colores de la vida. Al inicio del último curso un chico nuevo llega a la escuela y justo le incluyen en en su salón de clase, en la butaca a su lado. Parece ser aún más cerrado que ella, y su mirada está vacía. Sus hermosos ojos azules son tan fríos como el hielo. Por cosas del destino se ven obligados a convivir... y las circunstancias se encargarán de jugar sucio con ellos. ¿Será a caso que con este par se rompa la regla de que los polos opuestos se atraen? ¿Qué pasa cundo polos iguales se atraen? cuando dos almas rotas se unen... ¿El caos... o ... algo más?All Rights Reserved