En un lugar en dónde tu opinión no es escuchada,tus gritos se ahogan,y tus plegarias son apagadas,solo sirves para obedecer,servir,ayudar,en un lugar que dice estar bien,pero en realidad está podrido por dentro,una luz se alza,descubriendo por su cuenta lo hermoso del mundo, y aprendiendo a valerse por si mismo,lo cual hace que en vez de seguir a la multitud,este logré alzarse sobre ella,para los deseosos de guerra,los apasionados por amor,los indecisos sobre los misterios,y los rencorosos por la traición,está historia es para ti,para el hambriento de historias,está no cuenta una,está cuenta todas
El hospital no es un refugio. Es una trampa.
Me llamo Jonathan, o al menos eso creo. Me trajeron aquí porque la guerra me dejó cicatrices que nadie puede ver. Dicen que este lugar ayuda a hombres como yo. Que nos sana. Pero las paredes están podridas por dentro. Hay puertas que no llevan a ninguna parte, gritos que nadie escucha y nombres que desaparecen de los registros como si nunca hubieran existido.
El Dr. Thomas R. camina por estos pasillos como un santo. Afuera, es un hombre respetado, un médico que "se preocupa" por los soldados que la guerra destrozó. Aquí dentro, su mirada lo ve todo, fría e inescrutable. Sabe lo que ocurre en las sombras y no hace nada para detenerlo. Quizás, él mismo sea la sombra.
Intento ignorar los susurros. Intento no pensar en lo que pasa en el sótano.
Pero la voz en mi cabeza no me deja en paz. Me dice que preste atención. Que corra, antes de que mi nombre también desaparezca.