-¿¡ ES QUE ESTABAS PENSANDO CUANDO LO HICISTES !?, ¿¡ACASO EL CEREBRO LO TIENES DE ADORNO!?.- Mi grito resonó, rompiendo el fuerte sonido de la lluvia, las frías gotas golpeando con fuerza contra mi cuerpo, lo miraba con odio instalado en mi pecho pero con otro sentimiento que me rehusaba a aceptar.
Miraba con furia apenas contenida sus cejas fruncidas, su cara de un arrepentimiento que me daba náuseas de tan solo verlo.
-Y-yo...- El iba a decir algo pero se calla al instante volteando para ver el suelo, aprieto a más no poder mis dientes, mi odio y furia en una subida tan anormalmente drástica, observo su alta figura inmóvil, lo odiaba tanto, era tan inútil, estúpido, tan idiota y egoísta... Pero...
...•••Lo amaba tanto•••...
...Y me odiaba a mi misma por eso, me sentía tan patética y estúpida por tener ese sentimiento...