Al rededor de tí - Jenlisa

La primera vez que la vi, no dije nada.
Ella tampoco.

Pero no porque no quisiera.
Porque no podía.

Jennie siempre fue callada. Observaba el mundo desde la distancia, con sus ojos grandes y curiosos, pero nunca decía una palabra de más. Y yo... yo era todo lo contrario. Me gustaba correr, gritar, conocer a todos. Así que cuando la vi sola en el rincón del salón, con sus manos pequeñas aferradas a su mochila, hice lo que cualquier niña extrovertida haría.

- ¡Hola! ¿Quieres jugar conmigo?

No sabía entonces que esa pregunta marcaría el inicio de todo.