Un problema de doble peso

¿Crees que tener un jefe es malo?

No, tener dos jefes es realmente malo. Y si esos dos jefes incluyen al hombre con el que te acostaste la semana pasada, lo empeora todo.

Espera, no. No me acosté con mis dos jefes. Me acosté con uno de ellos, que resulta ser exactamente igual al otro.

Sí, son gemelos. Y lo peor es que no sé cuál de los dos fue. No sé si él me recuerda, y mucho menos cómo actuar delante de ellos. La tensión en la oficina se ha convertido en mi pan de cada día.

¿Ahora sigues pensando que tener un jefe es malo? Créeme, en mi situación, eso sería un lujo.

Tener dos jefes NO es el problema.