Rory Lane solo quería un poco de orden en su caótica vida. Lo que no esperaba era invocar, sin querer, a Cassius Nightfang, un vampiro milenario que tiene más opiniones que modales.
Cass no está interesado en morderla ni en enamorarse de ella; en cambio, está obsesionado con una misión: arreglar su vida, aunque Rory no se lo haya pedido.
Desde su desastrosa ex relación amorosa hasta su apartamento que parece una zona de guerra, Cass tiene algo que decir sobre todo. Y no solo eso: viene equipado con una biblioteca de autoayuda obsoleta, un murciélago mascota parlante y por si fuera poco, una lista interminable de terapias no solicitadas
Pero cuando la vida de Rory comienza a complicarse aún más gracias a las buenas intenciones de Cass, ella tendrá que decidir si realmente necesita un vampiro entrometido en su vida... o si es hora de devolverlo a su ataúd.
Una comedia llena de caos, críticas absurdas y un vampiro que, aunque no muerde, definitivamente molesta.
Ella es una Cullen y él un Volturi. Los Volturi son reconocidos por ser un clan no sólo que respeta las reglas, también son sádicos y correctos. Sin ningún tipo de respeto por algún ser vivo. Los Cullen no tienen interés de relacionarse con ellos, hasta que problema en su propio aquelarre los llevan a encontrarse con los Reyes del mundo vampírico.
Darcy y Alec resultan ser destinados y para ambos clanes podría ser caótico y poco conveniente.