En la fría nieve de un invierno gris, te vi partir, y el mundo se quedó allí. Tus pasos se alejaron, como ecos de mi voz, y aunque no te vi más, mi alma te buscó. La ciudad seguía su marcha, indiferente, mientras mi corazón, destrozado, se perdía entre la gente. Pensé que el sol nunca volvería a brillar, que el amor que sentía por ti se iría a desvanecer sin más.All Rights Reserved