Desde pequeños, Bandit y Stripe compartieron algo más que la sangre. Un vínculo secreto, enterrado entre juegos de infancia y caricias que nunca debieron existir. No era amor, no del modo en que los cuentos lo pintaban, pero tampoco simple curiosidad. Era algo más. Algo oscuro, una sombra que los envolvía en la calidez de su complicidad infantil. Se tocaron, exploraron, cruzaron límites que ningún niño debía cruzar, y luego... lo olvidaron. O al menos, así quisieron creerlo.
Los años pasaron, y la vida siguió su curso natural. Crecieron, se convirtieron en hombres de familia, esposos devotos, padres amorosos. Llevaban vidas tranquilas, vidas felices. Sus recuerdos se volvieron borrosos, enterrados en la rutina y en la aparente normalidad de su relación fraternal. Ya no eran los mismos niños de antaño.
Pero el pasado no se entierra tan fácilmente.
Una noche cualquiera, en medio de risas y copas, sus miradas se encontraron por un instante demasiado largo. Un descuido. Un roce involuntario. Un llamado silencioso que resonó en lo más profundo de su ser. Algo en ellos despertó de su letargo. Algo prohibido, olvidado pero jamás erradicado.
No querían hacerlo. No debían hacerlo. Pero cuando sus cuerpos hablaron por sí solos, el mundo que habían construido a su alrededor comenzó a tambalearse.
Porque los secretos nunca mueren, solo esperan el momento adecuado para resurgir.
Historia de Stripe x Bandit.
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