"La vida puede cambiar en un abrir y cerrar de ojos. Un día todo está bien, y al siguiente, el mundo se derrumba. Pero para un padre, rendirse nunca es una opción, no cuando su hija depende de él.
Tras una tragedia que marcó a la familia Mous, Anon se enfrenta a la dolorosa realidad de criar solo a su pequeña Amber, quien cada día pregunta inocentemente: '¿Cuándo volverá mamá?' ¿Cómo explicarle que su madre nunca volverá? ¿Cuántas excusas más puede inventar antes de enfrentar la verdad? ¿La odiará por ocultársela tanto tiempo?
Con el peso de la culpa y el consuelo amargo del alcohol, Anon intenta huir de sus demonios. Pero incluso el hombre más fuerte y roto necesita a alguien que lo ayude a sanar. Y será una enigmática Baryonyx de color azul quien le enseñará que no hay nada de malo en sentir tristeza... y que, tal vez, aún hay esperanza para su corazón."
Para Park Sung-hoon, el matrimonio es solo un trámite necesario para asegurar su herencia y mantener el control de la empresa familiar. Para Loa, es una salvación inesperada cuando está al borde de perderlo todo.
Un contrato, seis reglas estrictas y un acuerdo sin emociones de por medio... o al menos, eso creen.
Loa y Sung-hoon no podrían ser más diferentes: ella, una artista soñadora con un pasado lleno de cicatrices; él, un heredero frío y calculador que solo ve el amor como una distracción innecesaria. Pero a medida que la convivencia se vuelve inevitable y las líneas entre el deber y el deseo comienzan a difuminarse, ambos descubrirán que el mayor problema no será fingir ser una pareja perfecta, sino evitar que los sentimientos reales destruyan el trato que los une.
Porque en este juego de conveniencia, el amor nunca fue parte del contrato... ¿o sí?