Nación cero

Rob Irwin pensó que finalmente había encontrado la paz. Casi entrando a una adultez definitiva y por primera vez en mucho tiempo su vida tenía cierto orden: un trabajo estable, una rutina predecible y hasta la posibilidad de una relación seria. No era la existencia más emocionante, pero después de un pasado marcado por excesos y malas decisiones al menos se conformaba con la estabilidad.

Hasta que dejó de serlo.

Un coche negro, dos tipos con pocas ganas de hablar y una pregunta que no tenía sentido. Luego el golpe. Cuando despierta ya no está en las calles familiares de Castlebar. El lugar es elegante, aséptico, demasiado pulcro para un secuestro común. Algo en el aire le dice que lo han llevado allí por una razón.

No tardará en descubrir que su pasado nunca se quedó atrás. Que, por más que uno intente huir, siempre van a haber hilos invisibles que nos atan a lo que fuimos.

Y que hay un lugar del que nadie habla. Un país que no existe en los mapas, donde los errores del mundo real son sepultados en el olvido. Un sitio donde las reglas son distintas y los secretos valen más que la vida.

Ahora, atrapado en el corazón de Nación Cero, Rob tendrá que enfrentarse a la pregunta que lo llevó hasta ahí.

Porque algunas preguntas pueden cambiarlo todo.