Entre Cafés y Canciones

A veces, el destino juega con los hilos de la vida de formas inesperadas. Dos personas, dos caminos distintos, dos corazones que laten a ritmos diferentes. Y, sin embargo, una casualidad es suficiente para que esos caminos se crucen.

Chiara nunca creyó en las casualidades. Siempre pensó que todo pasaba por una razón, que cada pequeño giro en su vida era una pieza de algo más grande. Pero si alguien le hubiese dicho que una simple cafetería cambiaría su mundo, habría reído.

Violeta, en cambio, se dejaba llevar. No hacía grandes planes, no esperaba demasiado de la vida, simplemente existía en su pequeño universo de libros y canciones. Nunca imaginó que alguien llegaría para hacer tambalear esa tranquilidad que tanto apreciaba.

El primer día que se vieron no hubo un destello de magia. No hubo una revelación. Solo dos desconocidas que compartieron una barra de café y un turno de trabajo. Pero a veces, el amor no necesita de fuegos artificiales para empezar. A veces, solo necesita tiempo.

Y, sin embargo, no todas las historias de amor están destinadas a ser contadas con un "felices para siempre".