Los Hanson

En la lúgubre calle de mi casa, cuando el reloj de mi muñeca izquierda marcaba las seis y cuarto, una tragedia canina me arrastró a las fauces de lo desconocido. Mi fiel compañero, un perro de pelaje ceniza llamado Sombra, escapó de mi lado como un espectro fantasmal, desapareciendo calle abajo.

Sumergida en la más profunda aflicción, me aventuré en la búsqueda de mi fiel amigo. El sol de la tarde, oculto tras un velo de nubes, apenas iluminaba el camino hacia la mansión de los Hanson, un lugar de sombras y secretos, donde la malevolencia parecía respirar en cada rincón.

Al llegar a la fatídica mansión, un escalofrío recorrió mi espina dorsal. La puerta principal, entreabierta como las fauces de un monstruo, me invitaba a entrar en un laberinto de misterios.
Con el corazón palpitando como un tambor fúnebre, crucé el umbral de aquella morada maldita. Un silencio sepulcral me recibió, un silencio que helaba la sangre y presagiaba horrores indescriptibles.

A partir de ese momento mi vida dejó de ser normal. Eventos extraños y perturbadores se desencadenaron con mi presencia en la mansión, dando cabida a algo... perturbadoramente aterrador.

Soy Genevieve Fisher, y esta es la historia de mi descenso a la locura, mi encuentro con el enigma de los Hanson.