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Tony miro con sus últimos alientos al hombre morado, quien solo podía admirar la valentía y coraje del hombre, quien a pesar de ser tan pequeño y débil logro encontrar una manera de superarlo, aceptando su destino en el momento que escucho aquellas palabras.
«Y yo... Soy Iron Man» Fue lo que dijo el moribundo hombre agotado por la pelea, pronto un chasquido se escuchó.
Thanos solo pudo aplaudir el valor de ese hombre en su cabeza, siendo consciente de que ese hombre también moriría.
Lo primero que Tony perdió fue el sentido de la vista, sabía que sus ojos estaban abiertos, pero no podía ver nada, no podía sentir nada pero sabía que no podía respirar bien, escucho la voz del niño por el que decidió pelear una vez más, desea verlo, desea hablarle una vez más, pero es cuando se da cuenta que su voz no sale, escucha a Pepper, su mejor amiga que es la madre de su hija, «te amo tres millones» Recuerda a su pequeña, la luz de su vida, su mundo entero.

«Ya puedes descansar Tony, todos estaremos bien» escucha a Pepper decir, pero Tony sabe que no será así, todos son unos tontos, pero sabe que no le queda otra opción, no ve, no puede hablar, sabe que su cuerpo está dañado. Sabe que morirá, eso es más que obvio, desearía poder haberle dicho a su Morgan cuánto la ama. Sin desearlo decide descansar, cerrando su vida en un descanso eterno.

Anthony Edward Stark muere durante la pelea contra Thanos salvando a la humanidad, dándoles una nueva oportunidad. Iron Man es recordado como un superhéroe sin poderes, su historia será recordada siempre. Eso fue todo.

¿O no?
El 29 de marzo de 1980 en Manhattan, Nueva York en el universo 800329 Anthony Edward Stark abre los ojos una vez más.
¿Que vida tendrá está vez el héroe de la humanidad?.