Las Raices Se Pierden, Pero La Sangre No (Sasunaru)

En la historia del mundo ninja han existido grandes shinobis que han dejado una historia que contar, pero lamentablemente al final siempre encuentran el olvido con el paso del tiempo, pero eso no fue el caso para dos temidos shinobis Madara Uchiha y Hashirama Senju, aún cuando el mundo shinobis nunca se entero sobre sus segundos géneros no fue de gran importancia ya que su poder podía hacer sucumbir a todo el mundo shinobi, la mayoría suponía que ambos eran alfas.

Pero lamentablemente la princesa Tsunade, hija de Hashirama nunca quiso "casarse" o "tener hijos", y no se hable de Madara que ni siquiera pudo llegar a tener tan siquiera un cercanía sentimental con un omega o una beta. El mundo shinobi estuvo decepcionado como alegre ante esa noticia, quien no lamentaria la perdida de dos grandes linajes, pero también quien no festejaría la perdida de dos grandes linajes que no pertenecieran a sus aldeas.

Pero lamentablemente sin saberlo un niño nació en Konoha con ambos linajes corriendo por las venas de su joven cuerpo. Ese mismo día murieron los dos padres de aquel niño, Minato Namikaze y Kushina Uzumaki-Senju.